Testimonios

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María Paz

“Este fue mi sexto embarazo después de enfrentar 5 pérdidas previas. Además, mi condición de cardiopatía añadió más preocupación a mi embarazo, el que tuve que enfrentar con medicamentos para el corazón por mi cardiopatía y un monitoreo constante para evitar que éstos interfirieran en el crecimiento de mi guagua. Mi situación también requería evitar grandes esfuerzos físicos, lo que implicaba que el parto también necesitara cuidados especiales.

El Dr. Arturo Soldati fue mi ginecólogo durante este proceso y quiero destacar su profesionalismo y empatía en todo momento. Desde la primera consulta mostró un interés genuino en mi caso, me derivó a los especialistas indicados para abordar mi situación de manera integral y, lo que es más importante, me entregó seguridad. Sentí que había una comunicación eficaz entre todo el personal médico y cada consulta se llevaba a cabo con la información previamente compartida y discutida.

Uno de los mayores desafíos fue el bajo percentil de crecimiento de mi guagua, lo que implicó la toma de decisiones cruciales para asegurar su bienestar. En todo momento los profesionales de la Clínica Universidad de los Andes demostraron un enfoque colaborativo Decisiones como suspender temporalmente uno de mis medicamentos para el corazón, adelantar el parto y optar por una cesárea electiva, se tomaron con el máximo cuidado y consideración.

El día del parto sentía temor debido a la necesidad de desconectar mi desfibrilador, pero la empatía y el compromiso del equipo médico me entregó un gran consuelo. Durante el procedimiento de cesárea sentí que estaba en manos de los profesionales más competentes y dedicados que entendían la complejidad de mi caso”.

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Evelin Villela

“Padeciendo una enfermedad crónica y siendo mi primer embarazo, desde que nos comunicaron que éste era gemelar, supimos que sería de alto riesgo. Fue así como a las 16 semanas, se detectó una discordancia que afectaba a una de las bebés con una restricción del crecimiento intrauterino, por lo que un parto prematuro era inminente, y no sería factible llevarlo a cabo en nuestra región, siendo derivados a un especialista en gestación gemelar en Santiago. Ahí conocimos al Dr. Yamamoto, quien, a las 27 semanas de gestación, nos dio la lamentable noticia de que una de nuestras bebés ya no tenía latidos, lo que había provocado, además, una anemia severa en la bebé sobreviviente.

Por esta razón me hospitalizaron de urgencia y desde ahí estuve a cargo del Dr. Arturo Soldati, quién me realizó una transfusión de sangre para salvar a nuestra Evelin, la que Gracias a Dios resultó exitosa. Eso significó que nos dieran el alta, con instrucciones de hacer un seguimiento y monitoreo constante hasta del parto, obligándonos a hospedarnos en Santiago por casi tres meses, alejados de nuestro hogar y principal red de apoyo. Cuando todo parecía estar más controlado y con 30 semanas, me contagié de Covid. Me pude recuperar y retomar los controles; en uno de ellos nos enteramos que la pequeña tenía una hipertrofia ventricular.

A pesar de las complicaciones mi última etapa del embarazo se estabilizó y pude llegar a la semana 37. Gracias a Dios y al equipo médico de la Clínica Dávila, encabezado por el Dr. Arturo Soldati, di a luz vía parto normal a Evelin Alfonsina. Ella nació sanita y de término, sin necesidad de incubadora. Después de todo pudimos regresar a nuestra ciudad natal con mis dos hijas: Evelin y Mila Adriana, quien ya es un angelito”.

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Karla Tirado

“En marzo de 2020, cuando empezaba la pandemia, ingresé a urgencias de la Clínica Dávila con un cuadro de preeclampsia severa. Tenía 24 semanas de embarazo, allí fui recibida por el Dr. Arturo Soldati quien se encargó de mi caso. Luego de dos semanas hospitalizada y monitoreada constantemente por el doctor; nació mi primer hijo por una cesárea de emergencia. Era un bebé pequeño con restricción de crecimiento intrauterino y tuvo muchas complicaciones respiratorias. Nos acompañó 4 meses en la neo, pero lamentablemente falleció.

Luego de 3 años de un difícil duelo, sentí nuevamente la necesidad de tener un hijo y busqué al querido Dr. Soldati, que tan buen trato me dio en la traumática experiencia anterior. Antes de embarazarme asistí a consultas con él, hicimos exámenes y planificamos mi próximo embarazo: él conocía mi caso y yo sentía que no podía confiar en nadie más.

Quedé embarazada en marzo de 2023 y el monitoreo fue desde el comienzo. El Dr. Realizó mis ecos desde la semana 12, vigilando de forma muy atenta el crecimiento del bebé, revisando cada vez el estado de funcionamiento de las arterias y recomendando un tratamiento preventivo (heparina y aspirinas) con el objetivo de minimizar o alargar el tiempo de la aparición de la preeclampsia. Mi niño venía creciendo con un percentil bajo, pero el doctor siempre me alentó y aseguró que estaba bien y que simplemente era una guagua chica.

Planificamos una cesárea y logré llegar a la semana 38+1; todo salió bien, mi bebé nació totalmente sano. Estoy extremadamente agradecida del Dr. Soldati y el equipo, por llevar de forma tan profesional y humana mi caso”.

Lizzi

Lizzi Osses

“Cuando supe que estaba embarazada de mi tercera hija empecé a atenderme en la Clínica Universidad de Los Andes. Buscando un doctor que me diera confianza llegué donde el Dr. Soldati. Desde la primera consulta me gustó la tranquilidad y cercanía que me hizo sentir. Mi embarazo fue completamente normal, exámenes normales y como mis dos partos anteriores habían sido cesárea, éste también lo sería.

Todo estuvo tranquilo hasta la semana 37 de gestación donde, a raíz de un fuerte resfriado y mucha tos, tuve que partir a urgencias por orden del Dr. (no podía caminar ni respirar de dolor) y luego de evaluarme me dijeron que tenía fracturadas dos costillas. Durante mi hospitalización el Dr. Soldati estuvo en contacto conmigo y con los doctores que me estaban atendiendo: tuve que tomar tramador y otros analgésicos. Me enviaron a casa para esperar la semana 39 que era el plan para recibir a Isidora.

Sin embargo, a las 38 semanas mi niña decidió adelantarse y tuve que partir nuevamente a urgencias. Llegué a la clínica con 4 cm de dilatación. En 20 minutos ya estaba dilatada en 10 cm. Yo llevaba 2 días sin analgésicos por lo que el dolor de costilla se intensificó y me tuvieron que llevar de urgencias a pabellón. Todo el período de dilatación estuve acompañada de Susana, la matrona, que un apoyo fundamental mientras llegaba el doctor, me acompañó y me contuvo.

Pensamos que no lograríamos la cesárea, pero en eso llegó el Dr. Soldati, me tranquilizó y comenzó la operación . Fue así como pudimos recibir de forma exitosa mi Isidora Paz. Estoy agradecida del doctor y el equipo médico por darme confianza y tranquilidad”.

magdalena sandoval

Magdalena Sandoval

Antes del nacimiento de Victoria, tuve dos pérdidas espontáneas, fue un proceso doloroso y difícil y por eso con este embarazo no tenía expectativas. Al cuarto mes, debido a mi afección cardiaca (Estenosis Mitral) en un control de Ecocardiograma, me detectaron Hipertensión Pulmonar y me dejaron hospitalizada 11 días en la UCI de la clínica y ahí fue donde conocí al Dr. Soldati.

Mi cardiólogo, Ángel Puentes, me recomendó un especialista en embarazos de alto riesgo por mi condición, así que desde ese momento mi embarazo quedo en sus manos.
Desde que hablamos por primera vez, el Dr. Soldati me dio la confianza en que mi embarazo llegaría a término, que juntos lo lograríamos y me envió inmediatamente a reposo y siempre estuvo en coordinación con mi cardiólogo por la salud del bebe y la mía.

Mientras estuve hospitalizada me diagnosticaron COVID 19, fui asintomática, pero por mi condición tuve que quedarme hospitalizada hasta que nació Victoria. Ahí el doctor Soldati estuvo pendiente de mí todos los días, me sentí tranquila porque sabía que mi parto estaba en buenas manos. Quiero darle las gracias por su apoyo, preocupación, empatía, profesionalismo y cariño en todo.

ayleen alvarez

Aylenn Álvarez

Mi embarazo fue un proceso largo y difícil. Era mi primera guagua y a las 22 semanas tuve una rotura prematura de membranas; situación bastante grave, con pocas posibilidades de sobrevida de mi hija. Ahí conocí al doctor Arturo Soldati, que como dijimos con mi mamá, Dios lo puso en mi camino.

Estuve hospitalizada dos largos y difíciles meses, pero desde el primer día el doctor me fue a ver todos los días para examinarme, ver mi evolución, darme ánimo cuando decaía. Me entregó una tranquilidad y confianza única. Yo creo que Dios le dio la sabiduría para hacer exactamente qué hacer y tomar las mejores decisiones. A la semana 30 me realizó una cesárea y la salvó de las infecciones, fue un momento de tranquilidad, me sentí cómoda y confiada.

Mi hija nació perfecta, yo creo que el doctor Soldati es un excelente profesional, yo lo recomiendo totalmente.

Melanie Castro

Melanie Castro

A las 23 semanas de gestación de mi primer embarazo, mi hijo Isaías fue diagnosticado con un melingocele, que se da por un defecto del cierre de la médula espinal del bebé que está cubierto por piel.  El ginecólogo que me atendía me derivó con el doctor Arturo Soldati, quien comenzó a controlarme.

Desde un inicio se mostró comprometido con la situación de mi hijo, me brindó tranquilidad y esperanza de que todo saldría bien. El hecho de que él me realizará las ecografías, reflejó su interés por mi caso, además de brindarme la confianza y poder resolver dudas que me surgían en cada momento.

El doctor programo la cesárea para un día de enero de 2020;  ese día el quiste se reventó por lo que mi hijo tuvo que ser ingresado a la UPC de neotología, y durante la noche de ese día fue operado por el neurocirujano.

La coordinación entre los médicos fue fundamental para poder brindar la atención necesaria en ese momento, lo que me dio tranquilidad, ya que yo me encontraba hospitalizada, reflejando el profesionalismo del Dr Soldati para enfrentar los diversos escenarios que se podían presentar bajo el diagnóstico de mi hijo.  Además debo recalcar la empatía y optimismo del doctor en cada atención.